domingo, 19 de mayo de 2019

Cómo afectan las tecnologías al desarrollo del currículum

Cómo afectan las tecnologías al desarrollo del currículum

Currículum, metas y contenidos

La implementación de tecnologías en el contexto escolar implica la reinterpretación del currículum de forma global en la organización.
¿Y eso qué significa? Significa volver a pensar en todos los elementos que conforman la experiencia de enseñanza y aprendizaje en la escuela, desde la óptica del momento social y tecnológico que vivimos.
Entendiendo al currículum de forma holística, diríamos que entender cómo cada una de las partes que lo configuran se ven afectadas por las tecnologías es imprescindible, a la hora de entender la organización y a la hora de proponer una organización competente digitalmente.

Desarrollo curricular en un mundo digital

Pensar en una organización educativa que refleje en su currículum (planeado, experimentado, oculto) el impacto que la tecnología tiene en todos los aspectos de la institución significa, al menos de manera general, pensar en un currículo más integrador.
Significa analizar cómo aquellas partes del currículum sobre las que tomamos decisiones en nuestra escuela (nuestro proyecto de centro o documento similar, según la ley que nos rija) responden a una visión transdisciplinar e interdisciplinar del currículum, donde las experiencias de aprendizaje y de evaluación estén centradas en las necesidades y posibilidades del alumnado, y además saquen provecho de la realidad multimodal que viven sus participantes, haciendo aproximaciones diversas a los contenidos.
Entender el currículum de esta forma implica flexibilizar los parámetros básicos de la organización escolar. Entender cómo la tecnología afecta a las condiciones sistémicas de la institución (espacios, tiempos, calendarios) implicaría entender que todos los elementos del currículum se ven afectados, y que en ellos debemos pensar como posibles fuentes de cambio y flexibilización de la experiencia de enseñanza y aprendizaje que tiene lugar en la escuela.
Modelo de Análisis Curricular. Visión General. (Castañeda, 2011 pp.169)
Además, no deberíamos descartar la posibilidad de ofrecer alternativas online que permitan el acceso flexible a la enseñanza básica y obligatoria a determinados colectivos con necesidades concretas.
Pensar en un currículum recreado por la tecnología implica pensar en experiencias de enseñanza-aprendizaje que saquen provecho de una enseñanza expandida que puede hacer las experiencias de aprendizaje mucho más auténticas. Una enseñanza en la que los contextos se amplíen y los participantes(profesorado y alumnado) se sientan más comprometidos, precisamente por la autenticidad de esas experiencias.
Cuando pensamos en el rediseño del currículum, debemos hacerlo contando con un alumnado digitalmente competente. Eso quiere decir, un alumnado que sea capaz de enfrentarse al mundo de forma eficiente (teniendo en cuenta las particularidades que la tecnología impone en ese mundo) y de sacar provecho de las posibilidades de la tecnología para enriquecer su proceso de aprendizaje.

Contenidos educativos en una organización digitalmente competente

En este caso, vamos a referirnos a contenidos entendidos como los recursos didácticos sobre los que apoyamos la acción docente, y hacemos un especial énfasis en contenidos en red.
En primer lugar, cuando nos situamos en el momento tecnológico actual, conviene recordar que los nuevos desarrollos tecnológicos han permitido a las personas volver a convertirse en creadores de contenido, en eso que Toffler (1981), a principio de los años 80, llamaría prosumidor, es decir, no sólo consumidores de contenidos desarrollados por otros, sino productores de contenidos contextualizados en la propia realidad. Sacar provecho de esos contenidos que somos capaces de generar nosotros mismos dentro de la institución, es uno de los grandes retos las instituciones educativas actuales.
Además, nuestras instituciones deberían aprovechar el contenido que ya sido clasificado y almacenado de forma ordenada por otros, y que está disponible en la red. Se trata de que seamos capaces de recurrir eficientemente a repositorios de información, donde pueden encontrarse materiales de una calidad enorme (no solo presentaciones visuales, unidades didácticas, materiales o apuntes corregidos, sino también recopilaciones de material, listas de recursos, revisiones de software y aplicaciones) que podemos usar y enriquecer con comentarios y revisiones.
Esto también implica que cuando producimos contenidos, seamos conscientes de que existe la posibilidad de dar permiso a otros para que lo utilicen bajo determinadas condiciones, para lo que es necesario conocer y utilizar adecuadamente las licencias de reutilización disponibles, tanto para dar permiso a otros para usar nuestro contenido como para usar el contenido de otros de forma apropiada.
Eso supone promover el uso y producción de recursos educativos abiertos, generando un clima de respeto por la propiedad intelectual que parte de una concepción abierta del conocimiento, tanto en su producción como en su utilización.

Acciones a poner en marcha

El diseño del currículum y la toma de decisiones organizativas del centro exigen una visión compartida y un liderazgo importante. Pero, además, exigen que todos los miembros del centro seamos capaces de ponernos de acuerdo y avanzar hacia estas nuevas concepciones. Así, uno de los pasos que debemos dar es la apertura de diálogos profundos que nos ayuden a hacer cambios que vayan más allá del nombre que ponemos a las cosas (si hablamos de objetivos, metas, asignatura o área).
La institución tiene que articular dinámicas y mecanismos que incluyan la producción y utilización de contenidos en red, preferiblemente abiertos; la creación de espacios para visualizar esos contenidos, acciones para promover su uso y la acción de compartirlos dentro y fuera del centro. Se trata de poner en valor los productos desarrollados en la escuela, tanto los analógicos (por ejemplo, murales) como los digitales que hacen uso de las nuevas herramientas y competencias tecnológicas.
Además de lo que producimos dentro, es importante la promoción del uso de otros recursos que ya han sido compartidos por otros: una buena idea podría consistir en entrar en un programa institucional de intercambio de contenidos, que colabore en la creación de un repositorio público más grande, o que genere su propio repositorio, medidas que pueden ayudar a que se promueva el uso de los contenidos digitales y preferiblemente de los recursos educativos abiertos.


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